sábado, diciembre 23, 2006

Entre nosotros.



Nunca me ha gustado calificar o clasificar a nadie, aunque muchas veces nos lo ponen muy fácil y fácil es hacerlo. Cierto es también que lo suelo utilizar en plan irónico, y esas las gasto muy bien.
Desde hace mucho tiempo, y ya son unos cuantos años, vengo observando que los jovenes, y no tanto, vienen consumiendo drogas sin freno ninguno.
Ya hace 13 años que ví mi primer porro, no hace tanto si tenemos en cuenta la edad que tengo, pero al llegar, todo pardillo, al servicio militar y verlo por primera vez se me quedaba algo grande. Lo veía de una forma más dástrica, más dramático y al que lo fumaba lo pasaba por el invento francés más usado en sus no tan gloriosos días.
Ya allí, con el paso de los meses y de lo usual que era, parece que la cosa me entraba mejor, y tras probarlo incluso una noche que acabé regular, todo sea dicho, ya no lo veía tan mal. Ahora una y no más.
Tras salir de ésa etapa y pasar unos años desconectado de ese mundo, a mis ojos, me olvidé. Sabía que seguían estando pero ni siquiera me acordaba. Todo hasta que cambié a mi actual trabajo.
Lo asíduo que se hacía el hablar del tema, sin pudor ninguno, o lo cotidiano que era el ver fumar a determinada gente despertó en mí unas ideas que aún siguen rondando en mi cabeza.
Me sorprendía como se tomaba el tema de lo más normal, se hablaba de marihuana, de pastillas, de hachis, de cocaína, de muchas sustancias que tan sólo una había visto "en directo" en mi vida. Eso al principio, porque tras unos meses y hasta estos días la cosa fué en aumento. No es que se consumiera de una forma desmesurada, pero muchos de los compañeros que entraban a trabajar con nosotros eran fumadores, o quizás algo más.
Eso fué lo que me abrió los ojos. No podía ser casualidad, no era posible que todo el mundo siguiera los mismos patrones para pasárselo bien. Pero claro eso agudizó mis sentidos, ya conversaciones que oía, no escuchaba, de quinceañeros y adolescentes las cogía al vuelo.
Se hablaba en la calle, en la cafetería, en cualquier parque público, hasta hace unos dias lo oí en el colegio de mi hija.
Y claro, eso me hizo pensar. O es una gran mayoría la que consume algún tipo de sustancia, no queda muy bien la palabra, o es casualidad. Y ya he escrito que me parece más lo primero.
Hace unos años un amigo me dijo que mucha gente de la que tenemos alrededor consume cocaina o cualquier otro tipo de droga, y resaltaba cambiando la voz " más de la imaginas", " el vecino que parece un buenazo, el del bar de abajo, o el coelga que conoces de toda la vida". Y parte de razón parecía tener.
Quiero dejar claro, y siempre lo he dicho, que criticar es muy fácil. El resolver los problemas de otra persona desde fuera es sencillísimo. Así, quiero confesarme por el mismo prisma.
Por esa regla de tres, yo también sería un adicto a algo prohibido, ya desde casi un año.
Llevo fumando 4 años 7 cigarrillos al día. Eso es estar enganchado. Y no voy a caer en la tentación de explicar que són sólo 7, ya lo he hecho, sigue siendo un problema. Pero es que el maldito café con uno de ellos no me lo puedo quitar. Jejejeje.
La cuestión, y volviendo al tema, es que es tal el calibre que ha tomado la gente en el trabajo que empieza a ser preocupante. No quiero asustar a nadie, no penseis que allí se hacen las rayas encima de la báscula. Bueno, eso creo. Un buen amigo sabe por donde voy. Un saludo dicho sea de paso.
Preocupa que gente que no tiene dos dedos de frente se esté metiendo en un mundo que no tienen ni idea de por donde les saldrá.
Pero es su vida, y ésta la mía. Así que yo decido mantenerme cuanto más lejos mejor. Porque tengo miedo, la verdad. Tengo miedo de algo que parece ser " la ostia ". Porque algo tiene que tener para que la gente repita, no puede ser como un cigarrillo. De esta forma y por el respeto que le tengo, prefiero estar alejado, ojos que no ven.
Quizás estoy un poco al acecho, quizás ellos son unos descuidados.
Lo claro es que estan entre nosotros, y como digo el ya mencionado amigo, " más de la que imaginas"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te dejas un tema importante.....¿Que pasa con el alcohol?. ¿A caso es más sano una buena borrachera que un buen porro?. Esto no lo tengo nada claro....

Un saludo

A. J. Zaragoza. dijo...

Que te voy a decir yo, que lo vivimos todo cada noche muy cerca, pero por eso nosotros mejor seguimos con nuestro cigarrito de las 02:00 h, mientras decidimos dejarlo de una vez por todas y como tu dices cuanto más lejos mejor.

Respecto a lo que dice Miguelete, no le falta razón, pero seguro que es mejor una "borrachera" de vez en cuando que un porrito diario o dos...

Aunque estoy de acuerdo en que no por más aceptado es más sano.

Saludos amigo. y otra vez ¡Feliz Navidad! :)

Laura PD dijo...

No, si al final los raros somos los que nos nos metemos (creo que voy a escribir una entrada con este título jeje).
Todo está en la moderación. Eso sí, la gran pregunta es ¿para qué? No entiendo del todo la motivación del que toma drogas.
Si ya las llevamos todos de serie en nuestros cerebros...
La comparación anterior no es válida, ya que iguala un porro (uno) a una borrachera (muchas copas). La comparación correcta sería UN porro-UNA copa. Una copita, sobre todo de vino o cerveza, es incluso recomendable y beneficiosa para la salud. Un porro no.
Como decía todo esta en el uso y la moderación. Pero la mayoría de drogas no valen pa´ná...El precio a pagar es muy alto por unos instantes de volverte medio gilipollas.