Antes de nada quiero felicitar a todos estas fiestas, a los que me leen y a los que no.
Ayer, NocheBuena, fué un día estupendo. Un día perfecto. Lo tenía todo. Un buen menú, mi familia a mi lado, mi casa calentita y todo en condiciones de pasar una noche perfecta, y que al final así fué.
Ya antes de cenar comenzaron a llegar mensajes, o sms's, al movil, cosa que al principio me parecía normal. De hecho lo es, claro está, pero al leer unos cuantos de ellos, 4 de 8 repetidos, me dí cuenta a lo que están llegando a convertirse estas fiestas. Quiero agradecer los mensajes y los entiendo porque yo también los enviaba, y seguro que no eran dispensados con mala intención, por supuesto, pero me dieron que pensar.
Así que sin que me apartaran de mi objetivo en la noche, pasarlo y hacerlo pasar bien a mi família, me plantearon una duda. Son navidades, son deseos realmente, ya digo que seguro que sí, o es un concurso al mensaje de texto más original de la noche. Ya el año pasado se repitieron muchos, pero lo de ayer era de risa. De los primeros 8 la mitad eran repetidos. No podía ser casualidad.
Entonces, en segundos, caí en que internet tenía la culpa de todo esto.
Mensajes escritos por personas que no conocemos, ni conoceremos, y "colgados" en cualquier pagina para intentar transmitir sentimientos que realmente no son del que los envía, sino del que escribió dicho mensaje. Parece una tontería pero no tanto. Antes el sms se lo curraba uno mismo, aunque luego enviara el mismo a toda la lista de contactos, pero mandar uno que no es tuyo y a todos por igual, perdonenme las masas, pero no es muy "navideño".
Así que puesto en faena decidí no mandar ninguno hasta mañana, no responder. Espero no me lo tomeis a mal. No fué por ese hecho en sí, sino porque me hizo entender que lo importante era el momento, el estar con los que estabamos en esa noche, no con los que les deseamos unas felices fiestas con renos, las pelotas de Santa ( o gordo de rojo ), gotas de lluvia, o deseos enlatados.
Cierto es que los deseos en persona no son tampoco de lo más allá, son más simples aún. Ya quisieramos muchos decir a la cara lo que escribimos o plasmamos en una mísera calculadora telefónica.
Y al final , ¿sabeis lo que he hecho esta mañana?, escribir el mismo mensaje para todos, pero eso sí, un mensaje sacado de ésta cabeza, jejeje.
Un saludo a todos denuevo y espero no se me molesten.
Ahora a disfrutar de la familia por unos dias más, aunque tengamos que trabajar.
FELIZ NAVIDAD A TODOS !!!!
lunes, diciembre 25, 2006
sábado, diciembre 23, 2006
Entre nosotros.
Nunca me ha gustado calificar o clasificar a nadie, aunque muchas veces nos lo ponen muy fácil y fácil es hacerlo. Cierto es también que lo suelo utilizar en plan irónico, y esas las gasto muy bien.
Desde hace mucho tiempo, y ya son unos cuantos años, vengo observando que los jovenes, y no tanto, vienen consumiendo drogas sin freno ninguno.
Ya hace 13 años que ví mi primer porro, no hace tanto si tenemos en cuenta la edad que tengo, pero al llegar, todo pardillo, al servicio militar y verlo por primera vez se me quedaba algo grande. Lo veía de una forma más dástrica, más dramático y al que lo fumaba lo pasaba por el invento francés más usado en sus no tan gloriosos días.
Ya allí, con el paso de los meses y de lo usual que era, parece que la cosa me entraba mejor, y tras probarlo incluso una noche que acabé regular, todo sea dicho, ya no lo veía tan mal. Ahora una y no más.
Tras salir de ésa etapa y pasar unos años desconectado de ese mundo, a mis ojos, me olvidé. Sabía que seguían estando pero ni siquiera me acordaba. Todo hasta que cambié a mi actual trabajo.
Lo asíduo que se hacía el hablar del tema, sin pudor ninguno, o lo cotidiano que era el ver fumar a determinada gente despertó en mí unas ideas que aún siguen rondando en mi cabeza.
Me sorprendía como se tomaba el tema de lo más normal, se hablaba de marihuana, de pastillas, de hachis, de cocaína, de muchas sustancias que tan sólo una había visto "en directo" en mi vida. Eso al principio, porque tras unos meses y hasta estos días la cosa fué en aumento. No es que se consumiera de una forma desmesurada, pero muchos de los compañeros que entraban a trabajar con nosotros eran fumadores, o quizás algo más.
Eso fué lo que me abrió los ojos. No podía ser casualidad, no era posible que todo el mundo siguiera los mismos patrones para pasárselo bien. Pero claro eso agudizó mis sentidos, ya conversaciones que oía, no escuchaba, de quinceañeros y adolescentes las cogía al vuelo.
Se hablaba en la calle, en la cafetería, en cualquier parque público, hasta hace unos dias lo oí en el colegio de mi hija.
Y claro, eso me hizo pensar. O es una gran mayoría la que consume algún tipo de sustancia, no queda muy bien la palabra, o es casualidad. Y ya he escrito que me parece más lo primero.
Hace unos años un amigo me dijo que mucha gente de la que tenemos alrededor consume cocaina o cualquier otro tipo de droga, y resaltaba cambiando la voz " más de la imaginas", " el vecino que parece un buenazo, el del bar de abajo, o el coelga que conoces de toda la vida". Y parte de razón parecía tener.
Quiero dejar claro, y siempre lo he dicho, que criticar es muy fácil. El resolver los problemas de otra persona desde fuera es sencillísimo. Así, quiero confesarme por el mismo prisma.
Por esa regla de tres, yo también sería un adicto a algo prohibido, ya desde casi un año.
Llevo fumando 4 años 7 cigarrillos al día. Eso es estar enganchado. Y no voy a caer en la tentación de explicar que són sólo 7, ya lo he hecho, sigue siendo un problema. Pero es que el maldito café con uno de ellos no me lo puedo quitar. Jejejeje.
La cuestión, y volviendo al tema, es que es tal el calibre que ha tomado la gente en el trabajo que empieza a ser preocupante. No quiero asustar a nadie, no penseis que allí se hacen las rayas encima de la báscula. Bueno, eso creo. Un buen amigo sabe por donde voy. Un saludo dicho sea de paso.
Preocupa que gente que no tiene dos dedos de frente se esté metiendo en un mundo que no tienen ni idea de por donde les saldrá.
Pero es su vida, y ésta la mía. Así que yo decido mantenerme cuanto más lejos mejor. Porque tengo miedo, la verdad. Tengo miedo de algo que parece ser " la ostia ". Porque algo tiene que tener para que la gente repita, no puede ser como un cigarrillo. De esta forma y por el respeto que le tengo, prefiero estar alejado, ojos que no ven.
Quizás estoy un poco al acecho, quizás ellos son unos descuidados.
Lo claro es que estan entre nosotros, y como digo el ya mencionado amigo, " más de la que imaginas"
viernes, diciembre 22, 2006
Carta a un idiota.
Querido idiota:
No llegarás a comerte las uvas, que cercanas están, porque de aquí a unos pocos días estarás muerto. Y cuando digo muerto quiero decir muerto de verdad, criando malvas como se suele decir.
No palmarás de forma heroica, ni salvando la humanidad, ni rescatando a un niño de un incendio. Lo harás acorde con tu condición de poco inteligente, lo harás a más de 180km/h en un cambio de rasante o en una curva con poca visibilidad justo cuando pongas cara de duro y metas gas jaleado por música fictícia o real y creyéndote el amo del lado derecho de la autovía.
Porque si hay algo que no soporto es los conductores que parecen tener un permiso de conducir diferente al nuestro. Tiene que ser diferente porque no parece reflejar que deben circular por el mismo carril que lo hacemos el resto de mortales, y nunca mejor dicho lo de mortales cuando estamos al volante. La cosa es de reir. Tú circulas a tu velocidad, 120 en autovía, y se te acerca el típico "indio" o "comercialillo" de tres al cuarto y tras pegarse a tu parachoques te empieza a dar las luces para que te apartes, vamos que aparta Shumi que voy.
Para estas situaciones os voy a dar un consejo, no utilizarlo con la família y hacerlo con seguridad. Al tener al mencionado especímen en la parte trasera y si estamos adelantando a algún vehículo, haremos lo siguiente, reduciremos la velocidad inapreciablemente, es suficiente con levantar el acelerador y tras circular unos cientos de metros sin que el colega pueda seguir su ruta suicida a 200 nos incorporamos al carril izquierdo. Todo esto, eso sí, con tranquilidad y sin poner en peligro a nadie.
Sigo con la carta. Que me pierdo.
Lo peor de que te mates, amigo idiota, no será tu vida, sino la desgraciadamente te puedes llevar por delante. Que pueden ser vidas muy diferentes a la tuya. Puedes llevarte contigo a amigos que se ven metidos en tu "viaje" sin querer, famílias que van de fin de semana, trabajadores de la carretera, y un largo etc.
Creo que sería más práctico, puestos a eso, que aceleraras hasta 200 y te empotraras limpiamente contra un muro de algún cambio de sentido, sería un gesto más íntimo y mejor mirado. Pero como eres un cobarde y tu intención es de no hacerte "pupa" lo seguirás haciendo y al final te llegará de forma imprevista, y no te dará tiempo ni a poner los ojos de "esto no me psará a mí", pero al final de romperás los cuernos y te quedarás como se dice mirando a Triana.
Pero te voy a confiar un secreto, Lauda. Somos frágiles, mucho más de lo que crees, nuestro entorno, nuestra família, nuestro equilibrio se vá en un soplido. Basta un insecto, una piedrecita, un resfriado que cogiste la noche anterior al llevar esas camisetas de Pull & Bear de manga corta tan bonitas, una gota de aceite en el asfalto o un simple pinchazo. En un soplo todo se desvanece, y todo lo que eres, todo lo que fuiste, todo lo que tienes, amas, respetas, representas y demás se vá al saco donde están muchos como tú.
Y a tí amigo idiota, te ha tocado el sorteo de éste año. Te ha tocado en 2006.
No te puedo decir si pasarás a la historia en una simple estadística de operaciones salida, o si se te tratará a título individual, tampoco sé si saldrás en la foto rodeado de hierros retorcidos o pies asomando bajo una manta, lo mismo sales en algún diario o si tienes suerte te nombran en el informativo local de la tv. Sinceramente no me importa.
Y no me importa porque si vives a así para "vivir peligrosamente", pues "peligrosamente" te la pegarás. Y te vuelvo a decir que no me importa. Mucha gente con más valor que tú a muerto y no haciendo el tonto con el coche. Gente por la que se ha llorado, por la que un pais entero ha llorado. Pero creeme que por tí llorarán pocos.
Que tengas buen viaje.
P.D. Te adjunto foto.
GRACIAS a D. Arturo Pérez Reverte.
miércoles, diciembre 20, 2006
Toc toc ... ocupado !!!!
Denuevo, y por fín, puedo ponerme frente a éste cacharro para poder escribir unas líneas.
Pero lo voy a hacer sin aportar nada nuevo. Simplemente para utilizar este blog como medio de disculpas, a mí mismo, por no haber podido escribir antes. Lo tengo abandonado.
Lo tengo abandonado por una "fuerza mayor", ¿o debería de ser menor?. La cuestión es que no me he podido acercar más a menudo por aquí por el tiempo que en estas fechas requiere mi hija, mi mujer, mi casa y mi familia. Por ese orden, la verdad.
Con mi hija los "bolos" o actos culturales se amontonan. Entre las atracciones instaladas en la Plaza Claderón, los actos culturales del Centro Cultural ( títeres, payasos, teatro y demás ), la obra del colegio con sus villancicos, y como no, jugar de vez en cuando no me deja tiempo para mucho más, ocupa el 70% de mi día, y es poco.
A mi mujer le intento dedicar lo máximo posible, pero la gente que me rodea sabe que no es mucho, aunque más que antes, eso sí. Me conformo con hacer que pueda dormir la siesta y vaya tan guapa como siempre al trabajo.
La casa, sus "que haceres", tengo que llevarla poco a poco, hoy a tocado limpiar y aunque rápido no ha quedado mal. Qué puedo decir que nadie sepa.
Y mi familia que es la más perjudicada, me conformo con llamar a casa de mis padres todos los dias, ya es algo.
Puedo resumir el día de hoy que puede servir de ejemplo, aunque es cierto que tengo otros días que nos dedicamos, mi hija y yo, a nosotros mismos, ella a sus juegos y yo a mis cosas.
Tras acostarme a las 6:30 y leer un poco en la cama me dormí sobre las 7:30. Me levanté a las 13:30 fuí al colegio y tras comer ví un poco la tele bajo la manta con mi mujer. A las 16:30 fuí a tomarme un café y llevé a mi mujer al trabajo y mi hija y yo nos quedamos en la biblioteca para ver los títeres. A la salida nos fuimos a la feria y tras "montarla" en tres de ellas nos fuimos a casa. Y ya eran las 19:30.
Nos duchamos y jugamos un poco. Hicímos los deberes y le puse una peli. Así mientras yo preparaba la cena.
Ahora tengo un rato que lo utilizo para escribir aquí. Uff, acaba de sonar la puerta, es mi mujer. Tengo que irme.
Jejeje, repito que no todos los días son así. Espero poder escribir antes.
Pero lo voy a hacer sin aportar nada nuevo. Simplemente para utilizar este blog como medio de disculpas, a mí mismo, por no haber podido escribir antes. Lo tengo abandonado.
Lo tengo abandonado por una "fuerza mayor", ¿o debería de ser menor?. La cuestión es que no me he podido acercar más a menudo por aquí por el tiempo que en estas fechas requiere mi hija, mi mujer, mi casa y mi familia. Por ese orden, la verdad.
Con mi hija los "bolos" o actos culturales se amontonan. Entre las atracciones instaladas en la Plaza Claderón, los actos culturales del Centro Cultural ( títeres, payasos, teatro y demás ), la obra del colegio con sus villancicos, y como no, jugar de vez en cuando no me deja tiempo para mucho más, ocupa el 70% de mi día, y es poco.
A mi mujer le intento dedicar lo máximo posible, pero la gente que me rodea sabe que no es mucho, aunque más que antes, eso sí. Me conformo con hacer que pueda dormir la siesta y vaya tan guapa como siempre al trabajo.
La casa, sus "que haceres", tengo que llevarla poco a poco, hoy a tocado limpiar y aunque rápido no ha quedado mal. Qué puedo decir que nadie sepa.
Y mi familia que es la más perjudicada, me conformo con llamar a casa de mis padres todos los dias, ya es algo.
Puedo resumir el día de hoy que puede servir de ejemplo, aunque es cierto que tengo otros días que nos dedicamos, mi hija y yo, a nosotros mismos, ella a sus juegos y yo a mis cosas.
Tras acostarme a las 6:30 y leer un poco en la cama me dormí sobre las 7:30. Me levanté a las 13:30 fuí al colegio y tras comer ví un poco la tele bajo la manta con mi mujer. A las 16:30 fuí a tomarme un café y llevé a mi mujer al trabajo y mi hija y yo nos quedamos en la biblioteca para ver los títeres. A la salida nos fuimos a la feria y tras "montarla" en tres de ellas nos fuimos a casa. Y ya eran las 19:30.
Nos duchamos y jugamos un poco. Hicímos los deberes y le puse una peli. Así mientras yo preparaba la cena.
Ahora tengo un rato que lo utilizo para escribir aquí. Uff, acaba de sonar la puerta, es mi mujer. Tengo que irme.
Jejeje, repito que no todos los días son así. Espero poder escribir antes.
miércoles, diciembre 13, 2006
What a Wonderful World !!!
Tranquilos no os asusteis que no me he vuelto majareta, más de lo que estoy no. No os voy a cantar la canción.
Anoche en mitad de una conversación de los más normal con uno " de mis mas mejores amigos", salió el tema que tenía que salir, salió la Navidad. Y salió como se conversan las cosas, tras un repaso a cosas del trabajo, Pinochet y la Semana Santa. Cosas normales, ¿no?.
La cuestión es que se nos ocurrió lo que podría ser una Navidad perfecta. Claro, cada uno podríamos pensar en unas navidades con la familia y demás. Pero cuando nosotros lo imaginamos, lo aplicamos a España entera. Me explico.
Se nos ocurrió el declarar una semana o dos de fiesta nacional. Dos semanas de navidades en todo su esplendor. Lo ideal sería que fuera toda España, y cuando digo toda sería toda, ni un alma trabajando incluso los trabajadores del sector servicios. Supimos que sería imposible, pero amigos, ésto es una utopía.
Se me llenó la cabeza de sensaciones, de pensamientos de lo que podría seignificar para un país el estar todo su pueblo en fiesta. Y dos semanas.
Porque estamos de acuerdo que no es lo mismo, no es lo mismo cuando una comunidad está en fiesta, o incluso cuando es una fiesta nacional pero sólo un día. No pasa nada, las noticias en los informativos son las mismas. Eso sí, la tv que se emitiera serían programas enlatados, películas típicas de las fechas. No habría bares, ni tiendas, ni centros comerciales.
Toda España en la calle, en sus casas comiendo con amigos y charlando hasta las tantas, sin nunguna preocupación más.
Sinceramente pienso que esas dos semanas valdrían para todo el año, sería un baño balsámico para la sociedad, que viviría sumida en una felicidad que tendría que notarse en la marcha del país.
Pero dos semanas, dos semanas con el único propósito que la familia y los amigos, dos semanas para recuperar lo perdido en todo un año.
Pienso en ello y mi cabeza se llena de ideas, que en frio son absurdas.
Sería un mundo maravilloso.
PD: Zara, ésto es medio tuyo así que te doy las gracias por la mitad del "parto", amigo.
lunes, diciembre 11, 2006
Hace 5 años ....
Hace 5 años, tal día como hoy, me cambió la vida. Desde entonces no soy el mismo. No duermo igual, no trabajo igual, no respiro igual, no vivo igual.
Desde hace 5 años tengo una doble vida. Tengo una que me levanto por las mañanas, sin querer hacerlo, pero con una alegría que la otra siente envídia, desayuno viendo la tv, me visto, me aseo y tras peinarme salgo a paso corto a mis obligaciones. Entro a las 9 y hago mis trabajos, unas veces me cuesta más que otras pero sé de buena tinta que al final lo haré mejor. Lo conseguiré porque un tercio de mí vale más que eso. Salgo a las 14 h. y muy feliz vuelvo a mi casa donde como con mi familia, una siesta y con mucha pena me levanto para una rápida merienda y salir a dar un paseo por ahí. Ahora hace frio pero no me importa porque un buen abrigo me dá calor. Ya en la noche una ducha y tras la cena y un poco de diversión me voy a dormir. Pero eso sí, todo el día con una sonrisa en la boca. Porque desde hace 5 años, una parte de mí siempre rie.
La otra vida duerme durante la mañana, me levanto a las 13h y ....., bueno la otra vida es la de siempre. Desde hace 5 años tengo dos vidas.
Tal día como hoy, en éste preciso momento, llegó a mis ojos lo más hermoso que veré nunca.
En éste día quiero felicitar a mi hija por su cumpleaños, y lo hago entre lágrimas por lo que significa. Atrás quedan las preocupaciones y problemas, ya todo me dá igual y no me duele.
Por ésto hoy es un día muy feliz, como todos los anteriores, pero el ver ésta mañana a mi hija cantando porque hoy tiene una fiesta en su honor, no tiene precio. Hoy una de mis dos vidas es mas feliz que la otra.
Hija mía, te quiero.
Si Cervantes fuera francés.
Hay cosas que no termina una de tragarle a los franceses. Los camiones de fruta quemados en las carreteras, por ejemplo. Los Cien Mil Hijos de San Luis, la fuga de Villeneuve en Trafalgar, la política proserbia en Yugoslavia o esa forma que tienen de enarcar los labios, así, para pronunciar las oes con acento circunflejo. Sin embargo, París lo reconcilio a uno con todo eso. Basta darse una vuelta por los buquinistas de la orilla izquierda, darse una vuelta por las tullerias, tomarse un café en Los Campos Elíseos, perderse en Versalles , para que todos esos prejuicios desaparezcan en el aire e incluso ese retrato de Francisco I que hay en el Louvre, de perfíl, le caiga a uno simpático. Que ya es caer.
Uno está en ello y se pasea por la plaza de los Vosgos mirando los escaparates de los anticuarios, cuando de pronto va y descubre una bandera francesa que ondea en un edificio, al fondo. Se acerca con la cautela de quien conoce la desmedia afición de los franchutes a ponerle una tricolor a todo lo que no se mueve, y descubre que se trata de la casa donde, según reza en la correspondiente placa conmemorativa, vivió Victor Hugo, patriarca de las letras galas y autor, entre otras cosas, de Los Miserables y de Nuestra Señora de París. La visita se vuelve obligada, y más con mi mujer al lado, y el visitante deambula con absoluta libertad por estancias llenas de recuerdos, grabados, muebles y fotografías que guardan la memoria del gran hombre. Todo conservado tal que en formol, como la ya mencionada pequeña estancia de un tal Luis XIV a las afueras, incluso puede uno adorar un ramo de flores, ya secas claro está, recogidas por el mismísimo Victor en el campo de batalla de Waterloo, donde viajó para documentarse sobre la batalla para Los MIserables.
Tras salir a la calle, uno enciende un cigarrillo, si se fuma, y tras mirar alrededor uno se pone a pensar. Es cierto que son casi odiosos, con su moda, sus bocas de piñón, sus aíres amanerados, sus estereotipos de ligones y guapos, nunca he visto con esos ojos a Chirac, y todo lo que se quiera odiar de ellos, eso es cierto, pero son lo que no hay para sacar su grandeza. Para enseñar en las escuelas las lecciones de historia francesa al ritmo de La Marsellesa, para hacer de la casa donde residió uno de sus escritores, unos pocos años, un monumento nacional. Y todo eso lo veo muy bien, porque eso es Francia, y aquí viene la cuestión, no España.
Porque estoy imaginándome al gran escritor Victor Hugo naciendo en España. Viviendo en un país, donde el que escribe, seguro que mi mujer sí, no tiene ni idea donde vivió Lope de Vega, en que casa nació Calderón, Bécquer o Pío Baroja, y aunque lo supiese iba a ser lo mismo, seguramente estaría abandonada o ya en ruinas. Un país donde un tal Miguel de Cervantes Saavedra está enterrado detrás de una siniestra y anónima pared de ladrillo en un convento olvidado de Madrid, con una placa de mala muerte apenas visible en un callejón oscuro. Donde la casa donde imprimió el Quijote no es más que eso, una casa donde muy pocos saben que se imprimió el Quijote. Donde lo que uno se encuentra al viajar por La Mancha son, molinos aparte, tascas de carretera anunciando vinos y quesos bautizados como personajes de Cervantes, rezando en la venta un enorme cartel que plasma estos versos inmortales:
En un lugar de la Mancha
don Quijote una meá echó
y salieron unos ajos gordos.
Por eso, andes arriba o abajo
de Pedroñeras son los ajos.
Es mejor no imaginar lo que hubieran hecho nuestros queridos franceses, patriotas como ellos son, sin en vez de nacer en España Cervantes hubiera aterrizado al norte de los Pirineos. A esas alturas tendríamos Cervantes hasta en la sopa, aborrecido de tanto restregárnoslo nuestros vecinos por las narices: casa natal, casa mortuoria, cárceles diversas, santuarios y peregrinación obligatoria, con muchas mayusculas en la guía Michelin.
Claro que para haber escrito la universal obra, era obligatorio haber nacido en España, haber vivido el hambre, la impotencia, la tristeza infinita, la injusticia y la desventura como la conoció don Miguel.
Por eso éste es mi minúsculo homenaje al autor, un escritor que celebró el cuarto centenário de la obra más leída y traducida en todo el mundo. Y mi homenaje, aunque breve, vale más que los anuncios que vimos en tv hace unos meses.
Así que ha pregonarlo a los cuatro vientos,( y bien que lo supo él) que Cervantes, es de España !!!! .
viernes, diciembre 08, 2006
Pronta Navidad.
Si hay algo que cambia una ciudad, que la transforma en algo totalmente diferente a como es habitualmente es la Navidad. Una ciudad triste se vuelve más alegre, una ciudad oscura pasa a ser más luminosa, una ciudad apagada se enciende. ¿ Y la gente ?. La gente también cambia, todos cambiamos en ésta época. Es difícil no hacerlo porque es algo diferente, no es la típica fiesta.
Quizás me guste por otras razones, que pienso que son las que importan. Quizás me guste porque me recuerda mi infancia. Todos juntos, padres y hermanos. Una "muchedumbre" reunida alrededor de la chimenea. Hablando, riendo, gastando bromas, pero sobre todo felices. Creo que es por lo que me gusta la Navidad, me hace recordar esos momentos, y así quiero que mi hija lo sienta.
Quiero que viva esa sensación de familia, de estar todos unidos, aunque no sea al lado del fuego.
Pero comprendo el otro lado. Comprendo que hay gente que hasta la odie. Lo comprendo porque sé que hay gente para todo, y sus razones tendrán, y porque para todos no significa lo mismo.
También para mí significa el Agosto de los comerciantes. También significa para mí los atascos, el centro atestado, el aumento de trabajo. Pero también puede significar otras cosas.
Puede ser el agrabante de un accidente de tráfico, de la enfermedad de un familiar, de los malos recuerdos, de la soledad, del hambre, de la solidaridad. Igual que la Navidad puede hacer el bien, también puede aumentar los problemas.
Pero es cierto que poco a poco se le vá perdiendo el interés, lo que hacía que la Navidad fuera tan deseada. Y creo que yo aún la sigo esperando todos los años por mi hija y mi mujer.
Y se pierde poco a poco por varias razones.
Parece que lso comerciantes quieren que llegue cada año antes. Yo entiendo que es buena época de ventas para ellos, pero tampoco entiendo, ni me gusta, que empiezen a anunciar, pegar carteles y demás a principios de Noviembre, como he visto éste año.
Quizás la culpa no sea de ellos, quizás sea nuestra. Hay que decir que muchos de nosotros ya hemos comprado algo para Reyes, para el último día de la Navidad. Es gracioso.
De ésta forma parece que le quitamos la ilusión a su llegada, se la quitamos porque lo que esperamos es la salida para ir a comprar el mejor y más barato regalo. A quien más se le echa en falta es "al calvo del anuncio de la lotería". Repito que es normal.
Pero no me gusta.
Me gustaría que fueran realmente unos dias, desde Nochebuena hasta Reyes.
Llegará el momento que agotemos la espera, ya será unos días más, como un Febrero o un Octubre.
martes, diciembre 05, 2006
Enterrar o cimentar nuestras raices.
Siempre me he sentido orgulloso de mi historia. De la historia de mi país, de mi ciudad. De lo que éramos los españoles, y lo que somos ahora, casi iguales. Pero al pensar en el pasado me parecian mejores. Por las pocas oportunidades que se daban y por lo dificil que era simplemente vivir. Y no hay que remontarse muchos años atrás para esto. Con varias decenas es suficiente.
Lo luchado por nuestros compatriotas, antepasados, vecinos, y antiguos residentes de nuestra ciudad parece que poco a poco lo dinamitamos sin sentimientos ningunos. Sin miramientos.
El valor que para ellos tuvo, el ponerle un nombre a una calle, ya no vale nada. El empedrar otra de una punta a otra, tampoco vale nada. El salvar un rio, un repecho, o hacer subir dicha calle por dicho repecho. Eso para ellos fueron logros. Logros que son historia en cada una de nuestras ciudades o pueblos. En mi ciudad, Lorca, hay mucha historia. Mucha que se mantiene viva y en pié, y hay que dar gracias por ello. Y no lo escribo en otro sentido. Es cierto que hay cosas que se mantienen gracias a las autoridades. Pero hay otras que se irán a la ruina total.
No me gusta lo que están haciendo en nuestro castillo.
Si ya el pobre, con un color en la roca de librar siglos de batalla al sol, estaba en condiciones, llegan y nos quieren plantar un hotel, parador, encima.
No me gusta. Pero no me gusta pro una simple razón.
No creo que sea necesario destrozar un monumento para hacer un hotel de lujo.
Seguro que no lo van a tirar, ¿pero es necesario realmente?.
Justo encima del simbolo de todo lorquino, encima de lo que primero se vé si miras hacia arriba.
No creo que sea necesario.
viernes, diciembre 01, 2006
Manolo estuvo aquí.
Lo ví escrito con rotulador grueso, hace unos días,en uno de los muros de El Escorial: Manolo y Miriam estuvieron aquí el 6-8-93. Ignoro quiénes son los tales Manolo y Miriam, y por qué el hecho de que estuvieran allí y no en otro lugar merecía ser inmortalizado ensuciando estúpidamente un edificio venerable. Sin embargo, basta con echar un vistazo a nuestro alrededor para comprobar que a cantidad de personas armadas con rotulador, spray u objeto punzante, el hecho de estar en tal o cual sitio les parece suficiente como para que el resto de los mortales nos enteremos de su nombre o de sus opiniones.
Nada tengo en contra de la libertad de expresión. Pero amo algunos edificios, edificios que son parte de nuestra historia, que si no la cuidamos nosotros no lo van a hacer los franceses.
Por eso me fastidia sobre manera cuando voy a su encuentro y veo q golpe de spray o rotulador, los nombres e impresiones, o impresiones de individuos anónimos que maldito lo que me importan.
Hay gobiernos que subvencionan exposiciones de grafitis, y me parece muy bien pero de ahí a lo escrito.
La cultura, creo, es un todo común que no se parcela en patrimonio de uos o de otros, y lo que atenta físicamente contra cualquiera de sus manifestaciones no se llama cultura, sino barbarie. No hay justificación alguna para el hecho de que unas piedras, un edificio, un cuadro, un lugar, hayan sobrevivido a los siglos y a los hombres, y de pronto llegue alguien con su spray y nos cuente con letras de dos palmos que a él Zapatero se la machaca, que Volkswagen está en lucha, que José Antonio presente, que si los curas y frailes supieran, que si llámame, o que el imbécil de Manolo y su prójima estuvieron aquí. Todas esas cosas son opiniones pero no cultura.
Y que las pongan en mi conocimiento utilizando la facha da de la catedral de Burgos, un fresco románico, el Parque Güell o el pedestal de Felipe III, es algo que me repatea el hígado. En ese tipo de cosas, soy absolutamente conservador. Incluso reaccionario: suelo reaccionar con profundo cabreo.
Todos tendríamos que para a esa gente, todos como ciudadanos y en algunos casos hacerlo también como políticos.
No se trata de que le pidan a uno el carnet de identidad cuando va a comprar un bote de pintura, ni de que la Benemérita aplique la ley de fugas a los virtuosos de la rotulación callejera y clandestina. Pero sí me encantaría, por ejemplo, tropezarme un día a Manolo con lejía y estropajo de alambre, dale que te pego a la fachada de El Escorial. Sentenciado a un mes de trabajos forzados, brigada de limpieza por haber sido sorprendido, in fraganti, en el acto de comunicar al mundo que acababa de honrar con su presencia.
Vá por tí, Arturo.
Nada tengo en contra de la libertad de expresión. Pero amo algunos edificios, edificios que son parte de nuestra historia, que si no la cuidamos nosotros no lo van a hacer los franceses.
Por eso me fastidia sobre manera cuando voy a su encuentro y veo q golpe de spray o rotulador, los nombres e impresiones, o impresiones de individuos anónimos que maldito lo que me importan.
Hay gobiernos que subvencionan exposiciones de grafitis, y me parece muy bien pero de ahí a lo escrito.
La cultura, creo, es un todo común que no se parcela en patrimonio de uos o de otros, y lo que atenta físicamente contra cualquiera de sus manifestaciones no se llama cultura, sino barbarie. No hay justificación alguna para el hecho de que unas piedras, un edificio, un cuadro, un lugar, hayan sobrevivido a los siglos y a los hombres, y de pronto llegue alguien con su spray y nos cuente con letras de dos palmos que a él Zapatero se la machaca, que Volkswagen está en lucha, que José Antonio presente, que si los curas y frailes supieran, que si llámame, o que el imbécil de Manolo y su prójima estuvieron aquí. Todas esas cosas son opiniones pero no cultura.
Y que las pongan en mi conocimiento utilizando la facha da de la catedral de Burgos, un fresco románico, el Parque Güell o el pedestal de Felipe III, es algo que me repatea el hígado. En ese tipo de cosas, soy absolutamente conservador. Incluso reaccionario: suelo reaccionar con profundo cabreo.
Todos tendríamos que para a esa gente, todos como ciudadanos y en algunos casos hacerlo también como políticos.
No se trata de que le pidan a uno el carnet de identidad cuando va a comprar un bote de pintura, ni de que la Benemérita aplique la ley de fugas a los virtuosos de la rotulación callejera y clandestina. Pero sí me encantaría, por ejemplo, tropezarme un día a Manolo con lejía y estropajo de alambre, dale que te pego a la fachada de El Escorial. Sentenciado a un mes de trabajos forzados, brigada de limpieza por haber sido sorprendido, in fraganti, en el acto de comunicar al mundo que acababa de honrar con su presencia.
Vá por tí, Arturo.
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