viernes, marzo 16, 2007

Dedicado.

Zarpó el barco alejándose lentamente del puerto
Atrás quedaba la ciudad, atrás quedaba su deseo
Recordaría ese momento
Antes del próximo sueño
Gozaría por siempre, seguía sonriendo
O quizás volvería por sus fueros
Zarandearía a la mujer sin miedo
A sabiendas que la perdería denuevo



Vá por tí buen amigo.

5 comentarios:

El detective amaestrado dijo...

Dedicar palabras a otros o a otras, que inmenso placer

A. J. Zaragoza. dijo...

Sin palabras me has dejado. Gracias. Gracias. Gracias.

Anónimo dijo...

Este tio se atreve con todo. Te veo soltando versos en el trabajo siguiendole los sonetos al antoñico...(eso seria la leche)

Un saludo.

Candelas Sanchez Hormigos dijo...

Siempre me maravilla poder rimar, lo veo tan dificil y encima esto...

:)

Andrés dijo...

Sin duda... Usar.

Las palabras son sumamente útiles en ciertos casos

Un abrazo

A.-