jueves, junio 28, 2007

Perseguido ( no mires atrás ).

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Agosto 2008

 El día transcurría de lo más normal.

-- edición 03/2018 --

 (Se levantó tarde. Hizo la cama púlcramente.
Entró en el baño para asearse. Una meticulosa ducha. Un lento afeitado. Limpió el aseo.
Se acercó al salón y al entrar se detuvo en la puerta y echó un vistazo a la habitación. Todo estaba en orden. Acomodó los cojines y se dispuso a sentarse. Muy lentamente.
Encendió la televisión y tras merodear por los canales y no encontrar nada de su gusto, tuvo el placer de apagarla denuevo. La luz de la calle que penetraba por su ventana hizo que tras valorar la idea se decidiera a salir a dar una vuelta.
Aún tenía dos horas hasta la comida. No estaba seguro de que le diera tiempo a volver si se alejaba. Tampoco estaba seguro de donde ir. Tenía que volver para hacer la comida. Siempre le llevaba mucho tiempo.
Se dirigió al armario, y le costó decidirse la ropa que se iba a poner. No encontraba una camisa que juraba haberla dejado en la percha. Junto al resto que aguardaban perfectamente ordenadas ser elegidas algún día que otro.
Una vez vestido, cogió las llaves y se dispuso a salir.) Cerró la puerta y la comprobó tres veces antes de alejarse escaleras abajo. Cinco pisos y en la calle.
Efectivamente el sol estaba fuera. Y bien que brillaba.
Ahora tocaba donde dirigirse.
Fué a la izquierda.
Andaba con paso lento, sin apenas avanzar metros. Miraba con disimulo a los lados sin mover la cabeza.
Al pasar por el reflejo del bar de la esquina advirtió algo que rápidamente ocupó su pensamiento.
Por un momento parecía que iba a detenerse. Pero automáticamente paso a ir un poco más rápido.
Su cuerpo se erguió y caminaba con pasos más largos.
Su respiración empezaba a ser mas larga. Sin darse cuenta se encontraba caminando mucho más rápido. Moviendo los brazos en un vaivén que cada vez iba en más desacorde con el resto del cuerpo. Su cabeza permanecía rígida como sus piernas. Casi sin doblar las rodillas caminaba apoyando los talones y lanzando denuevo la otra pierna.
Cruzó por el paso de cebra sin apenas mirar. Sabía que estaba en rojo para los peatones pero no le importaba. No podía mirar atrás. La sentía cada vez más cerca. Y no parecía que fuera suficiente para despistarla.
Incrementaba el ritmo llegando incluso a dar pequeños saltos, al límite de empezar a correr. Incontrolable la respiración, con sobresaltos, entrecortes. Tragando saliba, que arañaba su garganta. El miedo ya estaba presente, y tampoco lograba dejarlo atrás.
Cada vez más cerca, ahora estaba a su espalda. Debía pensar rápido.
Así que comenzó a correr. Fué lo más deprisa que pudo, nunca había corrido tanto. Tan rápido.
Nunca había volado por el asfalto como esa mañana. Pero aún no era suficiente.
Veía la puerta de su casa a escasos metros, metros que eran cientos a su parecer. Dobló a la derecha, estaba encima.
Antes de llegar y sin parar de correr, ya tenía el brazo estirado con la llave para entrar y estar teóricamente a salvo. No tendría mucho tiempo y tenía que ser hábil en abrir la puerta.
Al fín alcanzó el portal, introdujo la llave y milagrósamente entro en el edificio, cerrando rápidamente la puerta a su paso.
Al segundo se encontraba en la oscuridad del recibidor y respirando con mucha dificultad, miró a su espalda. Estaba a salvo.
Subió los primeros escalones, lentamente.

El corazón le dió un vuelco cuando al encender la luz de la escalera se la encontró denuevo pegada a sus pies.

martes, junio 26, 2007

Mi generación.

Reciéntemente podemos ver en la tv un anuncio, de una marca de refrescos más que conocida ( que coño !!!, de coca-cola ), sobre la generación que representan los protagonistas de dicho spot.
Y es que yo podía pertenecer al grupo. Así como yo, todos , pocos, que leeis este humilde blog.
Claro que he crecido vestido de ropas coloridas sin acorde ninguno a llevar el rojo con el amarillo, o el marrón con el verde. He rebobinado cintas con bolígrafo, pero sólo con bic, el resto no valían.
Bebíamos los refrescos en botellas de cristal. Aquella Fanta naranja, con esas estrañas aposos al final del envase.
Pero eso de beber refresco no era todos los dias, ese día era fiesta. Agua que es más sana.
En los pastelitos de encontrabas incrustados muñecos de plástico, y no había problemas de higiene.
Las golosinas no tenían azucar, o no importaba la cantidad porque nos hinchábamos sin mesura.
La calle era el lugar de juego, y nos pasábamos la vida en ella. No había problemas de delincuencia, ni temores de nada raro. Salíamos de casa bien temprano y tu madre te volvía a ver a las 2 para comer y a las 11 para dormir. Por supuesto, lo hacías hecho un cristo.
No importaba la marca de tus deportivas, si las tenías. O bien calzabas las típicas chanclas de cuero, que bien entrado el verano fabricaban una sustancia que ya la quisiera un científico para analizarla.
Ni que hablar tiene la tv que veíamos, poca pero que se que dó marcada.
Y es que los dias eran muy distintos, independientemente que todos añoramos esos años por lo que significan, yo los añoro por lo sencillo que era vivir. Con que poco nos conformábamos.



lunes, junio 25, 2007

... 5,4...



... llevo tiempo buscándote, en mi alma y mi piel

llevo tiempo soñando que, no te quiero perder ...

( llévate mi alma en tu piel, llevaré tu alma en mi piel )









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jueves, junio 21, 2007

Los que no se estiran.


Tuve amigos, que ya pasan a ser simplemente conocidos, que eran demasiado lentos a la hora de pagar. Personajes de esos a quienes la llegada del camarero con la cuenta del bar o del restaurante sorprende siempre con la atención puesta en otro sitio, o buscándose una cartera o unas monedas que no encuentran. Pero pueder ser peor.

Está el que abre la cartera, te mira a los ojos muy serio y suelta eso de " vamos a medias, ¿no?".

También hay de diferentes artimañas.

El de " la próxima corre de mi cuenta ", pero nunca llega esa próxima, o el especialista en pagar las cañas sólo cuando la siguiente es etiqueta negra. También el que te invita a cenar con dos señoras, y al llegar la cuenta sugiere que cada uno pague su parte, incluidas señoras, por supuesto.

Y el tal la vergüenza ajena que al final dices, " venga, déjalo hombre ". " No te preocupes que la próxima vá a cenar contigo mi prima la de Burgos ".

Me alegra saber que no es el común de los problemas, será por la gente con la que frecuento, o será porque somos gente honrada y generosa.

Creo que invitar a alguien a una copa es signo de honor y de chulería. El hacer que uno se guarde la cartera para que pagues tú de muy buena gana a uno le sienta muy bien. Por lo menos a mí.

Y me encanta hacerlo con mis buenos amigos.

El otro día escuché en la radio a un maleante de la calle en donde confesaba que él había llegado a robar simplemente por poder invitar a sus colegas en el bar de la esquina.

El delito, mal hecho está. Claro es. Pero la acción es digna de mencionar.

Pienso que en eso de pedir qué se debe, como en muchas otras cosas, los humildes y desgraciados tienen más dignidad y vergüeenza que otros.

Porque aunque sean los últimos 20 euros, tú los sacas y los pones encima de la barra, y ahí queda eso. Te vás con la cabeza alta y como un señor. Tanto si fué garrafón como si fué reserva.

Muchas veces la dignidad no se mide por los baremos habituales.

Un lejano saludo a esa gente.

Cuenta atrás .... 10, 9 ....


Tras conocerla, no me volveré a enamorar ...


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jueves, junio 14, 2007

Próxima parada.


Al ponerse el vehículo en marcha todos los ocupantes sabían que nuevas sensaciones pasarían por desnudar sus pensamientos. Sacarían lo mejor y lo peor de cada uno. Hasta avergonzarse, hasta sentirse orgullosos, o por lo menos tranquilos por unos minutos.
Al volante se encontraba una persona que ya había hecho el recorrido tantas veces que era imprevisible las reacciones que ese día le acontecerían. Eso sí, sabía que nunca sería un viaje impasible. Los kilometros y numerosos viajes por la misma ruta habían hecho de su corazón una fortaleza impenetrable. A prueba de sentimientos extremos.
Un comienzo duro se dijo.


El vehículo lo llevó a buen ritmo hasta encararlo ante una avenida. Semáforo en rojo.
Arrancó denuevo y afloraron los primeros pensamientos.
Los edificios eran de nueva construcción y nadie circulaba por la calle, la poca luz que dejaban las nubes no llegaba a penetrar hasta el asfalto por lo que todo estaba sumergido en una sombra. Y peor parecía que se iba a poner.
Los ojos del conductor se clavaron en la pasajera del asiento 3.


Comenzó a llover. Su mirada se clavó en el inmenso cristal del vehículo, la lluvia se estampaba contra el cristal. Por un momento coincidió con la vista del conductor.
Su pelo rubio dejaba ver ya las primeras canas, a pesar de la claridad eran evidentes. Sus manos permanecían cruzadas sobre sus piernas, manos que portaban aún el anillo de casada. Una reliquia, nunca mejor dicho, el amor desapareció hace tiempo. Ahora sólo importaban sus hijos. Sus niños, pensaba entre las primeras lágrimas. Eran demasiado pequeños, tenían que estar a su lado siempre. Maldecía la ley, maldecía sus consecuencias. La tristeza borraba el sentido común de su cabeza. Sus lágrimas brotaron sin resistencia, ya daba igual. Había perdido la compostura.
Al otro lado, y justo detrás del conductor se encontraba un joven universitario ocupando la plaza 5.


Descansaba en el asiento con signos evidentes de sueño y poco vigor para su edad. Eran palpables los sintomas de haber pasado una noche larga. No pudo dejar de pensar en el adios por unas semanas de su amor. Un amor que había conocido tan sólo unos dias antes. Pero que a su vista había crecido hasta enormes proporciones. Nunca había sentido nada igual. No podían separarse tan pronto. Podría perderla.
En la ciudad a la que viaja hay gente joven. Normal, sus estudios tenía que sacarlos en adelante.
Pero el miedo y las nuevas sensaciones que afloraban, lo llevaban de lo cuerdo a lo irreal. Pero de forma descontrolada e ilógica.


Una anciana, asiento 16, siente añoranza de la edad del joven que su corta vista adivina. Siente que su tiempo ha pasado. A pesar de lo vivido, lo cambiaría todo por volver a sentir la vitalidad de esa edad, la falta de respeto a lo desconocido y a los misterios que guarda la vida.
Sus manos temblorosas y de torpes movimientos le recuerdan la realidad, le recuerdan que su vida está sumergida en la tristeza. Que casualidad, piensa.
Unos pitidos que apenas son perceptibles a su oido, desvían su atención.


En el 19 un hombre "golpea" incesante su pda. Trabaja sin descanso. No demasiado a su parecer. La última gestión no le ha reportado todos los ingresos esperados. Quizás los esperados no tenían una cantidad fija, la cantidad era proporcionalmente a la presión impuesta. Siempre es poco.
Su vida se ha quedado en eso. En especulaciones inmobiliarias, y realidades sentimentales.
La familia, su mujer e hijos. La familia, sus padres y hermanos. Ya sufrieron su dedicada profesión. Dedicada a destrozarlas precisamente. A destrozar vidas y crear una nueva.
Siente anhelo de la anterior. El llevar los hijos al colegio y desayunar con su esposa en una cafetería del tres al cuarto. Sin lujos, sin precios. Siente que no es él, y se le empieza a notar en el rostro. Se le dilatan las pupilas y una extraña mueca se dibuja en su cara.


Ajeno a todos los demás ocupantes, a todos los sentimientos y pensamientos del resto de pasajeros, un desaliñado personaje " se esconde " en la fila de asientos del final del autocar.
No tiene nada que ver con el resto. Ni en la forma de vivir, y seguro que tampoco en la de morir.
No comparte ni los mismos gustos, es la antítesis de cada uno del resto de pasajeros.
Se siente perseguido, buscado, vigilado y atrapado en un futuro. El arma le quemaba en el bolsillo, su peso era cada vez mayor, como su falta de respeto a sí mismo. Había caido en la monotonía de autodestruirse, a conciencia.
La diferencia en ese momento con el resto era que por su mente no pasarían las sensaciones tan dispares que cambiarían en un corto trayecto de paradas.


-- PARADA SOLICITADA --

El conductor miró el luminoso, y vió como un ocupante bajaba del vehículo.
Comprobó el intinerario: Paseo de los Tristes, Avda. de la Soledad, Bº de la Alegría, ....
Un comienzo duro, se dijo.

lunes, junio 11, 2007

" Egocretinismo " ( Meme )

Comienzo aquí el reto de Antonio ( Darknight ). Se trata de hablar de uno mismo, cosa que odio, la verdad. Pero lo intentaré hacer de una forma distinta. Así que no garantizo el mejor de los textos. De todas formas agradecer ser una de las ocho personas que reciben el reto. Ahí vá.

- Tengo UNA cabeza que no se la deseo a nadie.
Tiene corta y mala memoria. Pero la tiene para lo que le interesa. Recuerda hechos, fechas, numeros y datos innecesarios para ella, pero más que importantes para otra parte del cuerpo. Es como una memoria usb llena. Al grabar algo más tienes que borrar otra cosa.

- Tengo DOS vidas paralelas.
Dos vidas que hacen que la mía funcione perfectamente. Me dan energía y ánimos para seguir dando guerra en la vida. Son por las que vivo y por las que moriré. Sin " ellas " no soy nadie.

- TRES ciudades me han marcado.
Por distintos motivos. Por distintas situaciones. Granada, que me enseñó la amistad de diferente manera. Me mostró la falta del hogar y de los amigos, y el poder de llenar el hueco que dejan provisionalmente con otros. Provisionalmente allí y permanentemente durante el resto de mi vida.
Paris, que me convirtió en el protagonista de una de esas películas románticas que tanto odio, pero que de vez en cuando necesito ver para poder vaciar el depósito de los lagrimales. Gracias a la ciudad y a lo que encontré allí.
Lorca, que por siempre será mi ciudad. Donde crecí y sigo creciendo. Nunca la abandonaré aunque esté a miles de kilometros. Aquí está mi vida.

- CUATRO amigos destaco entre los muchos que tengo.
Ellos saben quienes son. Todos con muchas virtudes, y a mis ojos, pocos defectos. Además no me interesan.

- CINCO sentidos a cual más estropeado.
Una vista cansada por la falta de sueño, o más bien sobra de sueño. Un oido fino para mis cosas pero sordo para lo que no quiero ni saber. Gusto por las " mujeres guapas " ( vamos a dejarlo ahí ), buena comida, pero nada de pescado, aunque voy poco a poco.
De olfato voy sobrado, ya quisieran los catadores de vinos tener la herramienta de la que yo dispongo.
Y de tacto no me puedo quejar, sé meter las palabras necesarias en cada momento. Mientras sienten ácidas.

- Mi vida comienza a las SEIS de la mañana.
Desde esa hora vivo libre, hasta el día siguiente. No soy muy diferente en el trabajo y en mi vida normal. De hecho intento que el cambio sea lo menos brusco posible. Bastante tiene uno con trabajar para llevarse los problemas a casa, o viceversa.

- Tengo algo de los SIETE pecados capitales.
Soy lujurioso como el que más. Me apasiona el sexo, aunque sin llegar a extremos como los de Michael Douglas. Lo podría definir como pasión. JEJE
La gula la practico los fines de semana. Me gusta hacer de mis cenas con mi família una fiesta. Y también según que alimentos. Prefiero los chocolates.
Algo de codicia viaja por mi cabeza. Trabajo por mi família, para que tengan lo mejor y para que no le sfalte de nada.
Ira. Al ver cosas como veo en la televisión, en el trabajo, en la vida. Injusticias que hacen que estalle. Siempre comedida.
Envidia por tonterías que en realidad no me hacen falta. Creo que tengo todo lo que merezco y quiero.
Algo orgulloso si soy. Pero lo llamaría de otra manera. Me gusta valorar en su medida de lo que dispongo. Me valoro el no ser como los demás en diversos aspectos.
Y en pereza también me llevo la palma. A dormir no me gana nadie. Aunque no puedo, estaría dias enteros sin salir de la cama.

A OCHO amigos tengo que enviar el reto. Eso lo dejo para más adelante, aunque me gustaría invitar a ponerlo en mi blog a MARA, TOITO, MIGUELETE y no sé quién más.

Espero haber pasado el trámite. Un saludo.

jueves, junio 07, 2007

En grupo.


Un grupo se encuentra reunido inmovil a los ojos de las personas que pasan a su lado, pero muy activas en sus conversaciones.


- Nunca me he considerado diferente la verdad. Sé que mi aspecto no es el normal. Tengo el pelo en punta y mi piel es como escamosa.

- La verdad que algo diferente si pareces si. Continua el de al lado. - El resto somos casi parecidos, con diferencias que pueden ser notables pero dentro de la misma forma, como de cara redonda.

- La mía no es que sea del todo redonda que digamos. Allí en mi tierra, en Canarias, somos muchos. Como yo, quiero decir. También es verdad que allí he visto otros que os dejarían pochos.

- También en Valencia somos muchas como yo, y de todos los tamaños, aunque siempre guardando la forma de la que hablamos. Además puedo presumir de una piel gruesa pero suave.

- Para piel suave la mía, déjate de tonterias. Y mira el tono de mi piel. Se ha puesto de moda en muchas casas.

- Las que estamos de moda somos nosotras. Por todos lados ves colores como nosotras. En Huelva nos cuidan con mimo.


Dos gemelas esperaban su turno, que por cortesía del resto, llegaba en ese momento.


- Para mimo el que nos dan a nosotras. Tenemos una piel tan fina que nos cuidan como a la que más. Aparte caemos mejor porque vamos siempre juntas.

- Lástima la piel que tengo yo.

- Te repites mucho.

- Anda que tú !!!, ácido. A tí si que no te quiere nadie.

- Eso es lo que tú te crees. En Murcia estamos en la gloria. Con poca agua pero bien. Hasta han hecho cosas nuevas con nosotros. Hemos entrado hasta en los bares.

- Ahí hemos entrado casi todos.

- Nosotras nunca.

- Eso sí, allí si he estado yo.

- Te repites mucho.

- Yo puedo llegar a ser dulce.

- Todos somos dulces.

- Habló quien pudo, amarga.

- Ten el valor de repetírmelo.

- Si hablamos de repetir.

- Vaya lio, silencio !!!


Ésta conversación se podría escuchar en todas las casas si escuchásemos un poco. Y sobre todo si estamos cerca de un frutero.

miércoles, junio 06, 2007

" ¿ Escarabajos ?, que risa ".

Hoy me he llevado una enorme alegría.
Andaba yo inmerso en mis labores domésticas cuando mi hija me ha llamado desde el salón. Me acerco corriendo por la emergencia con la que ella me requería. Cuando llego y me dice que le gustaba la canción que estaba sonando. Afino el oido al televisor y cual es mi sorpresa cuando reconozco la canción.
" Pero si es Help de The Beatles ".
Dice que le gusya mucho y la quiere en su carpeta de música del ordenador. Cuando le digo como se llama el grupo que la canta se parte de risa.
Bendita ignorancia piendo, y benditas las ganas de querer saber.
Todo a surgido por una serie de dibujos, en la que los personajes de vez en cuando escuchan música, van a museos, aprenden historia, literatura, etc.
De ésta forma quiero " romper una lanza " a favor de las series animadas de las que tanto se quejan los padres. Que si son violentas, que no son bonitos ni educativos y todas esas falsas escusas por una falta de atención a la educación de sus hijos. El que busca encuentra. Y es saber buscar.
Gracias a series como la anterior, mi hija me ha preguntado por Cervantes, Da Vinci, Einstein, Miguel Angel, Picasso o Velazquez, entre otros. Y gracias a la enciclopedia, que está aprendiendo a utilizar y poco a poco a su lectura, se hace una idea de estos ilustres y otros personajes.
Que bonito el querer saber siempre algo más.

http://www.goear.com/listen.php?v=5e6df63

sábado, junio 02, 2007

¿ Quién dijo miedo ?

La vida nos puede pegar con su dura y cruda puerta en las narices, una y otra vez. Es caprichosa, incluso bastante irónica. Puedes estar celebrando una boda y en el viaje a casa estamparte contra un camión de estiercol.
Quizás lleves una vida de ensueño con toda clase de lujos y comodidades, pero no esperes que nuestra consentida amiga tenga algún reparo en prepararte alguna sorpresa, así podrás presumir de lo normal que puede ser tu día a día. Lo mismo estás tomando el sol en tu yate, como estás camino al fondo del mar gracías a la buena siesta que te has pegado tras una buena comilona de caviar beluga regado con chateau francés, pero también bien acompañado por un trozo de tierra, ¿ quién la pondría ahí?, que ayudó a que te hundieras más fácil y rápidamente para dar de comer a las algas marinas de la costa monegasca.
Vengo a explicar que tengas mucho, poco o más bien nada, lo importante es valorar tu día a día. Nadie te asegura tu perpetua continuidad en éste mundo. Así que aseguraté de valorar bien lo que tienes, pero haz conciencia de que nada es seguro.
Yo mismo lo tengo fácil, no me ahogaré en mi yate, ni me estrellaré con mi deportivo, tampoco se me caerá mi capilla particular encima. A eso no le tengo miedo.
Tengo miedo a perder lo que más valor tiene en mi vida. Mis amigos.
Vosotros sabeis quien sois. No me abandoneis nunca.
Así, ¿ quién dijo miedo ?.