jueves, enero 18, 2007

Moriría por vos.


" Cómo Sean Pean en Yo soy Sam, veo la vida de otra manera. Un Superman al servicio de la tierra.

Como Audrey Hepburn en Sola en la oscuridad vivo ciego estando en tu acera, un Dorian Gray sin pasado ni patria ni bandera.

Será tú voz, será el amor, lo lejos que llega mi imaginación, al vernos juntos los dos.

Pero esta noche moriría por vos.

Será el tiempo, será el valor que le pusimos a la vida en un tiempo anterior, la hija que tenemos entre los dos.

Pero esta noche moriría por vos.

Como Sean Pean en Yo soy Sam, vamos chiquitina a romper las reglas. No nos importa todo lo que nos rodea.

Será tu amor, será el horror de que encuentres a alguien mucho mejor.

Será que suena nuestra canción.

Pero esta noche moriría por vos.

Será el azar o tal vez no, será que lo nuestro creció y creció, la hija que Dios nos dió.

Pero esta noche moriría por vos."

Había una vez ....


Siempre he pensado que éste mundo es caprichoso e impredecible. Nunca se puede preveer lo que vá a suceder un dia, ya es difícil incluso analizar y buscar los " por ques " del anterior.

Siempre se ha dicho, en situaciones concretas, que esto es un circo. Pero, ¿ qué lo es en realidad ?.

Ya desde el comienzo al igual que en muchas ocasiones de nuestros dias, te hacen esperar impaciente. Te envuelven en el ambiente de lo incierto, de no saber lo que ocurrirá, aunque lo intuyes.

Y comienza el espectáculo.

Pueden ocurrir muchas cosas, muchas similitudes.

Un día normal puedes estar luchando por no caer del alambre. Haciendo equilibrismos en el trabajo para que todo vaya sobre ruedas.

Domando a fuerza de látigo a tus ferozes jefes si has fallado.

En la cuerda floja, denuevo, si los leones consiguen ,en cambio, domarte a tí.

Sumido en la incertidumbre si no sabes la reacción del público que te juzga, como estar de espaldas a un tablero de madera. A la espera de que los cuchillos empiezen a volar cerca de tu cabeza.

Si salvas el cuello puedes incluso hacer referencias y alguna mueca en el bar cercano con los colegas.

Y viene el descanso. Puede ser para comer o bien para dormir.

Aunque no se use bien, y sea realmente para seguir pensando en lo cerca que pasaron los cuchillos o lo cerca que rondaron los leones.

Pero no todo puede ser así. Recordad que ésto es el circo.

Risas. Risas de payasos irracionales e irreales. Todo sin sentido. Tartazos en caras inexpresivas y cubiertas de merengue. Pero dá igual, es lo que toca ahora.

La vida puede ser igual, risas sin sentido e irreales. Momentos de felicidad contagiosa sin por que tener una explicación o motivo.

Irrealidad. Como muchos de los casos que inundan los informativos. Asesinatos, atentados, hechos que uno sólo atreve a opinar diciendo, "está todo inventado". O, quizás no.

Puedes encontrarte un canguro boxeando, un mono toreando, hasta perros jugando al futbol vestidos con los colores de tu equipo favorito. Alguién puede incluso encontrar similitudes en ésto último con la realidad. Con mucho respeto, a los perros.

Para todo ésto lo mejor es sentarse y disfrutar del espectáculo. Que en un par de horas termina. Y volveremos a la realidad.

Pero, ¿ cuál es la realidad ?, ¿ qué podemos considerar como circo ?.

Al final sólo cuenta " como están ustedes ".


miércoles, enero 17, 2007

Corazón abandonado.


No recuerdo el tiempo que llevo en ésta habitación. Ya casi no recuerdo el primer día. Tampoco sé si realmente fué mi primer día en donde ahora vivo. Lo de vivo es relativo.

Hay gente que no me considera, no nos considera, un ser vivo. Para mí tengo más vida que la propia gente que anda por vuestras calles. Tengo sentimientos, tengo historia. Tengo tantos sentimientos compartidos, tanta historias vividas que os sorprenderíais de ellas.

He vivido miles aventuras, las he hecho vivir. Comedias, terror, intriga. He hecho reir, llorar, sobrecogerse.

Me considero protagonista de todas ellas, actor principal junto a compañeros de fatiga y con mi dueño desde hace algunos años.

El tener dueño no me hace sentir encarcelado, no me ata a nada. Sé, simplemente, que es mi destino y no estoy en vida por otra cosa. Aunque todo tiene su lado bueno el lado malo es más largo.

He pasado buenos tiempos. Épocas de trasiego todos los dias, y hasta varias veces en una mañana. Viajar, conocer nuevos sitios, nuevas experiencias. Tiempos felices.

Pero ya he dicho que los malos tiempos siempre duran más. Además ahora mismo es donde me encuentro.

Ahora veo mi vida desde otro sitio.

Ahora vivo sentado en el mismo lugar todos los dias. Veo a mi crecido amo ir y venir por la habitación sin fijarse en mí. Se veía venir.

Primero fueron las atractivas luces y sonidos, y aunque aún era su compañero por las noches. Al amanecer volvía a ocupar el segundo plano. Después, la maldita televisión con esos ruidosos pasatiempos. Así han pasado muchos dias, supongo que años.

Ya no llamo su atención, y mira que me gustaría.

Ahora veo mi vida desde lo alto de un armario.

lunes, enero 15, 2007

Imágenes.

En el silencio más absoluto suena el despertador. Irrumpe en sus oidos, desempeñando su función, sin dejar lugar a pensar en otra cosa, ocupando todo su pensamiento.
Muy despacio, y a desgana, lo apaga y se incorpora al borde de la cama. Permanece unos segundos inmovil intentando poner orden a su mente que ya desde temprano manda imágenes y pensamientos mas que reales. Últimamente son más frecuentes.
Imágenes que vienen y desaparecen, como diapositivas pero sin orden concreto, sin tiempo establecido entre unas y otras. Sin tener relación entre ellas, o tal vez sólo una. Eran tiempos mejores los que le vienen a la cabeza. Esos momentos los vé como si los estuvieran viviendo en ese preciso instante.
El viaje a Turquía, la felicidad que se respiraba. Los olores en los mercados, la gente las especias, los perfumes. Su hijo llorando, el dolor, las lágrimas, la impotencia. Lo difícil que es la vida, la soledad, la oscuridad. El sentimiento de dar lástima sin quererlo pero no teniendo remedio a que sea lo contrario. No necesitar ayuda y tomarla por convicción. Hubo mejores tiempos.
Al fin reune fuerzas y se alza de la cama con resignación, gira a la izquierda sobre sí misma y anda dos pasos. Pasa frente al espejo y éste le devuelve el reflejo de una mujer encogida por la batalla que libra todos los dias. No hace frio. Pero lo tiene en los huesos.
Gira otra vez a la izquierda y recorre cuatro pasos. Sus brazos se desploman desde sus hombros a lo largo de su cuerpo y sólo sus manos están abiertas y separadas del mismo intentanto captar más allá de lo que sus sentidos le permiten.
Gira a la derecha, se mueve lentamente sin ánimo de empezar el dia, son muy largos y no tienen motivo de volver a empezarlos una y otra vez. Para ella todo está acabado.
A lo largo del pasillo, interminable, siente denuevo el tacto de la pared arrugada. Le gustó el color amarillo elegido en su dia. Por primera vez le viene a la cabeza un recuerdo pedido por ella misma.
En su camino y sin llegar al final del pasillo se detiene y abre una persiana para que entre la luz.
Bonito dia. Siente el calor del sol que le dá en la cara, en las manos, en el cuerpo.
En ese momento le viene a la cabeza el verano pasado, el coche con su marido, una carretera por la costa con vistas preciosas pero con un sol de justicia. Una mala curva y el momento que sigue marcado a fuego.
Sin mediar gesto, baja la persiana y reanuda su marcha hasta la cocina.
" Cuatro pasos, puerta, dos, izquierda .... "

sábado, enero 13, 2007

El soldado Peláez

Bº Los Pajaritos, Granada, 1994

Recuerdo exáctamente el momento en el que oí su voz. No era caracteristica o diferente al resto para mí, en cualquier caso la extraña en ese lugar sería la mia propia. Pero por azar o por suerte, luego se confirmaría, me dí la vuelta y allí me lo encontré.
Un muchacho algo regordete, pelo ya canoso y un poco más bajo que yo. De alegres movimientos y mirada risueña. Allí estaba yo sólo rodeado de grupos a los que yo no pertenecía, grupos de amigos o recién conocidos que entre risas levantaban mucho alboroto. Pero entre toda la gente, el tumulto que allí se concentraba, se acercó a mí.
Se puso a mi lado, me miró y como si de un látigo se tratase me soltó una pregunta que necesité de unos segundos para poder entenderla.
- ¿ Tú no eres granaino ?.
Rápida, y con el hilillo de voz que tan diferente hace aquella tierra de nuestro castellano.
Mi respuesta era evidente, pero no necesaria.
- Pollas, tu eres "munciano".
La cuestión en esos momentos que pasaba por mi cabeza era el saber por que se había acercado precísamente a mí, y al único en mi especie.
- Te he visto ahí tan sólo ...., y digo que pollas !!!.
Ya iban dos.
El destino parecía que estaba de copas por allí cerca, dicho sea de paso no dejen de visitar el Bº Pescadería.
Esa misma tarde, y al hacernos formar, el mismo destino quiso que nos llevaran al mismo cuartel.
Allí nos tuvieron sentados denuevo en una explanada y cuando me dí cuenta lo tenía a mi lado.
- Me has caido bien munciano-, me decía.
Cosa rara porque cuando hablaba con él se partía de risa.
Allí estabamos dos buenos amigos entre 1500 muchachos, dos amigos que se conocieron 30 minutos antes.
Desde entonces y ya en nuestro destino para el resto de servicio. Compartimos salidas, desayunos, escapadas, borracheras y demás. Hasta de su mano me vino la primera calada a un porro, la primera y ya no recuerdo más.
Todo tenía que llegar a su fin, eso estaba claro. Todo el que me conoce sabrá que soy muy blando, que las lágrimas se me van fácilmente, sobre todo con mi familia y mis amigos.
Recuerdo nuestra despedida tras la fiesta organizada a la salud de la compañía.
Al darnos el compacto abrazo sentí una humeda gota que caía por mi cuello. En ese momento con mi muñeca derecha sequé la mia.
Aún le doy las gracias por acercarse a mí y sacarme de donde estaba. ¿ El por qué lo hizo ?, nunca se lo pregunté.
Estubimos en contacto por carta. Hasta que unos dos años después dejó de escribir. Llamé a su casa por teléfono y no contestaba nadie. Así durante una semana. Se perdió el contacto.
Un día en el trabajo, un año después, una frase que era de lo más normal en mi trabajo sonaba distinta en ése momento.
- Llénalo hasta que se salga, que pollas !!!
Desde entonces nuestros teléfonos no se han perdido. Hoy me ha vuelto a llamar.

jueves, enero 11, 2007

Calla, calla.

Todos tenemos algo de cotillas. Algo de querer saber lo prohibido, lo que no deberíamos saber. Puede que algunos lo consideremos curiosidad. Señora, curiosidad es lo que tienen los detectives privados, lo suyo es cotillear.
Lo sé porque, aunque creo que en menor medida, también de vez en cuando pues llega a tus oidos algo que sin querer capta tu atención, y ahí es cuando empieza éste curioso mecanismo a funcionar. Es un sistema que activa la memoria para almacenar lo máximo posible en un tiempo limitado. También potencia la imaginación para así crear fantasias que aunque no muy lejos de la realidad no son muchas veces, ni por asomo, lo escuchado. Lo intuido más bien.
Y es que lo hemos sentido todos.
Saco el tema porque me viene a la cabeza como somos. Me viene a la cabeza una de las reuniones de vecinos hubo en mi edificio. La comunidad.
Comunidad, de tener algo en común. Ahí si acertaron. En común si tienen, si. En un rato pusieron firmes a todos los integrantes, jovenes o viejos, niños o abuelos. A todos menos, claro está, a los pocos que allí presentes estábamos. No me molesté en pensar lo que hubieran podido hablar de mí. Ciértamente ahora sí lo estoy haciendo. Un segundo.
Tampoco me ha preocupado mucho eso. Aunque sé que se pude hablar de mí, aplico lo de "oidos que no oyen ....", y lo aplico para mi beneficio. No merece la pena oir nada de eso, sales ganando.
La cuestión es que siempre estamos pendientes de la vida que hace uno o hace el otro. Pero ésto no sólo se aplica a la típica integrante de una comunidad de vecinos, tampoco tiene que ser mujer.
En el trabajo, en la tienda, en otro punto de trabajo que no es el tuyo, en muchos sitios, en todos.
Y es que somos así y no tenemos remedio.
Es mejor, y más fácil, criticar desde fuera del problema. Hablar y opinar con otra vida. Manejar una situción en un instante sin conocer pormenores. Hacer vivir la vida de otra persona en dos segundos, una vida en dos segundos. Éso es planificación.
Por esto recomiendo asumir que se habla de todos nosotros, y el único remedio es no querer escuchar, o más bien sólamente oir.

domingo, enero 07, 2007

En la sombra.


Lo veo todas las mañanas al volver del trabajo. Sumido en la sombra. Escondido por el frio en éstos dias.

Al salir del parking tal como cierro el coche y automáticamente me viene a la cabeza el saber que me lo encontraré a la vuelta de la esquina.

Nunca hablamos, al princípio ni nos mirábamos. Pero parece que la relación vá a más.

Pienso en su vida. Un buen madrugón, quizás un mal trabajo y la familia lejos. Todo por un sueldo no muy decente.

Pienso en lo que le pasa por la cabeza al verme, habitualmente, pasar por su lado.

Como una antorcha en la oscuridad veo sus ojos destellantes que me anuncian la inmediata llegada a mi casa. Como la meta a una carrera. Y a su vez, el pistoletazo de salida a su jornada laboral.

Quizás se pregunte también por mí. Donde vá alguien recogiéndose a esas horas. Vaya trabajo debe de tener. Quizás no se le pase por la cabeza, pero a mí si.

Pienso en su familia, en sus hijos, si los tiene, en lo que recibirá por los mencionados madrugones y en su difícil vida social rodeada de ojos que, bien dicho, no le quitan ojo.

Pienso en cual será su nombre, su nacionalidad e incluso su voz.

Sólamente le deseo lo mejor, porque aunque nuestra relación vá a más, a veces suelto un tímido "buenos dias", no intercambiamos palabras. Hay dias que ni miradas.



viernes, enero 05, 2007

El Insulto.

En España han cambiado muchas cosas. Desde política, palabra que procuro decir o escribir lo menos posible, a sociedad pasando por todo lo que queramos. Para algunos habrá cambiado más que para otros. Para mí, ya que sale el tema, diré que no ha cambiado mucho, al menos de la forma que yo me tomo ésta vida. Sigo siendo casi el mismo, y si ha cambiado mi España es lo poco que haya cambiado yo.
Hay algo que creo si lo ha hecho, y ya vereis que es algo sin importancia, pero los que me conocen saben que me hace gracia, y pintoresco es el tema.
El insulto, en España ya no se insulta como antes. Aquí, en otro tiempo que yo no conocí por supuesto, pero a través de los libros y como no de mis abuelos, he sabido que se manejaba la lengua de otra manera. El insulto consistía en un desahogo, un acto de violencia verbal donde se vaciaban el estómago y el corazón. Un español tomaba aire y descargaba en una frase toda la mala leche acumulada por toda su familia durante siglos. Vamos que cuando alguien insultaba dejaba la puerta abierta para irse de paseo camino de la enfermería o del cuartel de la Guardia Civil.
La verdad que uno se dá cuenta de todo esto cuando vé a los guiris insultarse.
El oir al inglés llamar "Fuck you" a otro y liarse a guantazos, como que no. Dos franceses que se ponían calientes a mamporros por que uno de ellos le había dejado caer ceniza de los Gitanes en el fuagrás, y se decían el uno al otro "cretin" ó "cocu", pues la verdad que le deja a uno como espectador, pues eso un poco frio. Vamos con ganas de poner las palabras en la boca de cada cual. Con ganas de hacer un guión y explicarles lo que tiene que decir cada uno. ".... ahora tú Casquet te acuerdas de la madre que parió a Fransuá y después ...".
Y es que como el insulto de aquí no suena ninguno, y sin tener por medio tanta burguesía francesa ni tanta guardia británica.
Aquí le mentabas la madre a alguien y te quedabas en la gloria, porque así ajustabas cuentas con él y con el universo entero.
Pero en estos tiempos eso también ha devaluado. Basta con poner la oreja para escuchar los insultos que vuelan por nuestros vientos.
Antes si se llamaba a uno cabrón podías tener problemas, pero ahora hasta te pueden saludar, o nó, con un simple "hola idiota" ( a quien sabe a qúe me refiero), sin la menor gracia, y todo queda en nada.
Y es que como en todo las prisas son malas. Basta con que uno insulte lo más despacio posible. Todo el mundo lanza al aire el famoso y desgastado "hijoputa", pero si se hace despacio la cosa suena de otra manera, y ya más aún si lo haces en su estado original, "hijo de puta". No hay que explicar nada si a todo esto le sumas un extra que le sienta muy bien si lo que queremos es que duela, " hijo de la gran puta", y poniendo fuerza en la "p" que es donde más duele.
La verdad que no vamos a ir por la calle insultándonos a diestro y siniestro, pero pido una cosa, si usted me insulta, hágalo como dios manda y aténgase a las consecuencias.