Entre todas las artes y maneras de embaucar a los que nos rodean y así llevarlos a su razón está el arte de la demagogia.
Demagogia que aprovecha la incultura, la falta de conocer la historia y el desconocimiento de saberes varios.
Se benefician de la mente sin hambre, de la comodidad en la vida, del dar por hecho y por verdad lo que nos dicen.
Viven del sedentarismo intelectual.
Sencillo, fácil y más que efectivo método para poner en práctica.
Corderos en sus manos.
Ya no sólo la usan los políticos, los que nos gobiernan.
Está en la calle, entre nosotros.
Es indeleble y difícil de detectar gracias a esa misma carencia de pensamiento e ideas propias.
Agudiza el oído, nos están manipulando.
www.laregion.es/opinion/antonio-carreno/trampas-palabra-demagogia/20140705093608480291.html
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