Hago un pequeño alto en mis vacaciones para mostrar mi opinión, humilde, sobre lo que se considera la fiesta nacional. Más bien a sus variantes.
Cuando me refiero a "variantes" no hablo de todas las variedades de tortilla española, de patatas, ensaladillas y demás platos típicos de nuestra gastronomía. Hablo y escribo sobre toros y festejos.
Quiero dejar claro desde el principio que no estoy ni a favor ni en contra. Entiendo que es una tradición de muchos años yes un tema difícil de tratar y de posicionarse en un lado o en otro. Reconozco que me he sentado muchas veces a ver una corrida, lo que se puede denominar más bien como un sufrimiento para un animal, por un lado, o un espectáculo para los seguidores del lado opuesto.
Hasta ahí puedo llegar.
Pero lo que no me entra en la sesera es que se pongan en entre dicho esa parte de la fiesta con otros actos taurinos que no hacen más que poner trabas y facilitar las protestas de ecologistas y defensores de animales, bien hechas en esos casos, por supuesto. Porque lo que menos le hace falta al protagonista el que se cuestione su fiesta. Ahora que están entre la espada y la pared.
Y es que lo que no trago es el " toro embolao ", encierros, nunca mejor dicho, en los que el animal es acorralado mientras los descerebrados del pueblo se dedican a hacer todo tipo de burradas al elegante ser. Animaladas como lanzar dardos con cerbatanas caseras, acercarse lo más posible y colocarle algo en su cuerpo, o hacerle que caiga al mar. De todos es sabida la buena composición atlética de un animal de ese calibre y con 600 kilos de peso para nadar. Ya quisiera Speed.
Y es que me repatea el que chulos de pacotilla se crean estar a la altura del mismísimo Manolete, cuando entre 100 mozos torean al pobre animal hasta marearlo.
¡ Qué valiente Pepe !, ahora si tienes cojones te pones delante de su noble figura y le haces eso que te hace tan gracioso frente al pueblo. Colocas tu fea cara a su lado y vemos quien es que realmente es historia de España. Tú, que te subes a una valla de dos metros y desde allí humillas al animal y a nuestro país derramando cerveza en su hocico, o bien el toro que es simbolo de España en el mundo, simbolo de ciudades enteras. Bravura y elegancia.
Y es que cuando en esas fiestas de tres al cuarto es corneado un mozo, no por la mujer precisamente, aunque quien sabe, pienso que seguramente el año siguiente será más respetuoso y valorará más al que es el protagonista de esas fiestas. Eso sí, dios no lo quiera.
Y eso es lo que quiero dejar claro, que si triunfa Talabante, si Pepe es el rey de las fiestas, o si unos cuantos desgraciados se lo pasan bien, es gracias al toro.
Menos mal que tú mi bravo amigo perdurarás siempre, mucho más que valientes de quita y pón.
Mi homenaje.
2 comentarios:
...Estoy totalmente de acuerdo contigo miguelete en que una cosa es la Fiesta Nacional y otra muy distinta el "puteo nacional" a los toros de cada pueblo en sus fiestas...
De todas formas, como tu bien dices ,posicionarse en estos temas es muy delicao....
UN ABRAZO MICHEL
Me uno al sentimiento "general" de este tu blog.
Fiesta Nacional Sí. Tortura gratuita de los animales No.
Un abrazo.
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