lunes, febrero 12, 2007

" En busca de la felicidad ".


El cine al igual que la música es otra forma de sacar los sentimientos más profundos. En menos cantidad, todos tenemos peliculas que cuando las volvemos a ver nos salen emociones que creíamos escondidas desde hace tiempo. En menor numero que la música. En mi caso en mucho menor, ya que entre mis favoritas tengo muchas que cada cierto tiempo las vuelvo a poner para recordarme cosas, que sin tener que ser siempre alegres, me hacen recordar momentos pasados. Buenos y malos. Pasados son.

El pasado Miercoles ví una película que ya tenía en mente o en lista desde hace unos dias. Desde que supe de su estreno. " En busca de la felicidad ".

Me atraía por la historia que en teoría contaba. Por el protagonista, y por el tiempo en que transcurría. Pero sobre todo, que es la esencia de la película, por la historia.

No me considero un sentimental, aunque hay cosas que me hacen saltar la lagrimilla o me anudan algo en el pecho. Esas dos sensaciones las he vivido pocas veces con el cine. Muchas veces me he reido e incluso he podido pasar miedo, menos, pero tristeza hasta llorar en muy pocas ocasiones.

Ya hacía tiempo que una película ahondaba en mi hasta sentir algo diferente. Desde " Yo soy Sam ", y antes desde " La vida es bella ". Pero lo del otro día fué de escándalo.

Se me ocurrió ir con mi hija. Seis de la tarde y sin mucha gente, perfecto.

El film comienza como se esperaba, con penurias y a destacar sólo el buen trabajo de Will Smith.

Y sin relatar la palícula os diré que poco a poco se vá preparando el terreno para el momento de climax donde, creo, todos los presentes nos quedamos de una pieza. Hechos un nudo.

Así que si quereis vivir una sensación diferente al resto que transmiten otras películas, os la recomiendo. Espero que os sirva, como a mí, para daros cuenta de lo que cuesta el amor, y de lo fuerte que puede ser alguién para conservarlo.